lunes, 10 de noviembre de 2008

Lectura nº 1.

“Características del conocimiento científico”

“MANUAL DE ECONOMÍA POLÍTICA”

¿Qué es la ciencia?

Ciencia, (según J. Schumpeter), es cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos conscientes para perfeccionarlo. Estos esfuerzos producen hábitos mentales, métodos o técnicas, y un dominio de los hechos descubiertos por esas técnicas.
La finalidad del conocimiento y, por tanto, de la investigación científica, consiste en descubrir las normas, o sea, las leyes del universo empírico que rodea al hombre, de la realidad objetiva en la que éste se halla inmerso.
Este conocimiento consta de tres aspectos fundamentales.
Ante todo el conocimiento científico debe proporcionar una descripción de esta realidad. Pero no puede limitarse a describir esta realidad, sino que al mismo tiempo debe explicarla. La ciencia no puede ser simplemente un conjunto de definiciones.
La ciencia, como dice Hegel, tiene por finalidad mostrar la necesidad de los objetos y no dar una simple descripción de los mismos. Debe reconstruir idealmente, en el pensamiento, el esquema de desarrollo de la realidad, un esquema en el que cualquier objeto aislado halle su lugar y su explicación, y no limitarse a configurar un mosaico de aspectos y propiedades dispares.
La segunda característica fundamental del conocimiento reside en el hecho de que el conocimiento científico no puede conformarse con una explicación cualquiera de la realidad.
La condición indispensable para que exista un verdadero conocimiento científico es la exigencia de que la realidad objetiva sea explicada a partir de ella misma, sin introducir momentos, elementos o explicaciones que no pertenezcan a tal realidad, que le sean extraños.
Mas que explicar la naturaleza, la Humanidad tiene la obligación de conocerla. Es decir, la ciencia más que explicar el mundo debe comprenderlo.
Por esta razón, la historia del conocimiento científico es en realidad la historia de cómo la Humanidad se ha explicado el mundo real:
En un principio atribuyendo a los fenómenos causas y relaciones fantásticas, para pasar mas tarde a hipotetizar causas y relaciones reales, y llegar por último a conocer las relaciones que se establecen objetivamente entre los fenómenos de la realidad.
El requisito según el cual ha de explicarse la realidad partiendo de ella misma es común a todas las ciencias, e incluso es la característica que define a la ciencia, aquello que distingue, lo que es ciencia de lo que no lo es, (creencias, ideologías, fe, etc).
Concebir materialistamente la naturaleza es concebirla pura y simplemente tal y como se nos presenta, sin aditamentos extraños.
El tercer y último aspecto fundamental del conocimiento está formado por el hecho de que el conocimiento científico es únicamente una parte de la actividad humana, tan sólo uno de sus aspectos. Por ello el conocimiento nunca es, y no puede serlo, un fin en sí mismo. El hombre desea conocer el mundo para poderlo modificar de acuerdo con sus exigencias y necesidades.
La meta de la ciencia es la cognición o, en otras palabras, la búsqueda de la verdad de las cosas, entendiendo por verdad la correspondencia de nuestras concepciones a la realidad.
Por ello es criterio para valorar los resultados obtenidos mediante la actividad cognoscitiva, es decir, por la ciencia, será siempre y únicamente la correspondencia de tales resultados a la verdad, a la realidad de hecho, y no la mayor o menor utilidad de tales resultados.
Asimismo, entre conocimiento y acción existe otra diferencia importante desde el punto de vista metodológico. Así como la praxis, para que tenga éxito, ha de ser, como norma, una acción colectiva, coordinada entre más de un individuo, la investigación tiene por el contrario un carácter individual. Y ello se debe al simple hecho de que el hombre, animal eminentemente social, puede y debe coordinar su acción con la de sus semejantes, pero no puede coordinar su pensamiento con el de los demás. Por sus características biológicas, el pensamiento es y no puede ser más que individual.
Tanto la acción colectiva como el pensamiento individual son fenómenos sociales, no existen al margen de la sociedad humana, pues tienen un carácter eminentemente social y no se diferencian entre si por su finalidad o su contenido, sino únicamente por su forma de manifestarle.
El individuo es un ser social. Las modalidades de desarrollo de la acción no coinciden con las del pensamiento. Una persona será en un momento determinado, un hombre de ciencia o un hombre de acción, pero no ambas cosas al tiempo.
Si el hombre de ciencia quiere tener éxito en su investigación, nunca debe preocuparse por las consecuencias prácticas de la misma, en contra de lo que ocurre con el hombre de acción. A cambio de ello, el hombre de ciencia nunca deberá indicar a los prácticos, a los hombres de acción, lo que deben hacer, sino, únicamente lo que deberían tratar de hacer.
Con el método científico alcanzamos una comprensión conceptual de las relaciones recíprocas que existen entre los hechos. Alcanzar este conocimiento objetivo es una de las más altas cimas a que el hombre puede aspirar.

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